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Fecundación in vitro
Es una de las técnicas de reproducción asistida más utilizadas en las agencias de subrogación o centros especializados. Esto se debe a su alta probabilidad de éxito en comparación con otras técnicas como la estimulación ovárica o la inseminación ultra uterina.
Estos métodos alternativos se originan por la curiosidad de científicos y médicos al cuestionarse sobre otras opciones que tienen las parejas para concebir, si por los métodos tradicionales no les ha sido posible. De esta forma, han surgido varias técnicas que poco a poco se perfeccionan, y eliminan los altos porcentajes de posibles fracasos. La fecundación en vitro comienza en 1978 y ha tenido una serie de evaluaciones y cambios, lo que la sitúa en uno de los puestos más favorables a la hora de ser utilizada por miles de parejas, que por alguna alteración, no puedan llevar a cabo el embarazo.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]La fecundación in vitro (Vitro significa tubo de ensayo o bajo condiciones estables) es una técnica que permite extraer y analizar una serie de óvulos maduros de la mujer, y fecundarlos con los espermatozoides de la pareja o de una donación de esperma. Este último punto dependerá del caso a realizar. Los pasos tienden a ser más largos y La técnica se coloca en práctica una vez los estudios determinen en la mujer o en la pareja, su incapacidad para embarazarse.
La alteración que impide el nacimiento a término, puede deberse tanto por la mujer como por el hombre, por ello es importante acudir al médico de confianza y determinar el origen.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Por lo general se procede a la fecundación in vitro, luego de probar métodos menos tediosos, de manera que la pareja y el centro médico verifiquen que no pueden llevar el curso natural de la procreación. El médico debe emitir un certificado que en muchas agencias de subrogación es un requisito fundamental para optar por el método, esto se debe a que su uso es moderado y bajo ciertas condiciones específicas.[/vc_column_text][vc_single_image image=”2687″ img_size=”full” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Las fases del proceso pueden ser divididos hasta en 6 etapas, generalizando el proceso FIV, luego de los exámenes esenciales que permiten a la pareja someterse a la técnica.
Superovulación
También conocida como estimulación ovárica; permite por medio de fármacos fértiles, que la mujer desarrolle más de un ovocito (por lo general, en la menstruación se consigue desarrollar solo un ovocito). Se monitorean constantemente hasta que alcanzan el tamaño adecuado.
Aspiración folicular
Se procede por medio de una pequeña intervención quirúrgica, que dura como máximo 20 minutos. Donde se recolectan los ovocitos maduros, aguardando el líquido de los ovocitos con sumo cuidado.
Inseminación ovulo-espermatozoide
En este paso, los espermatozoides ya han sido previamente seleccionados y analizados en la zona de cultivo. A su vez se seleccionan los ovocitos y los restantes pasan por un estado de congelación. Para que la pareja, si lo desea, pueda volver a hacer uso de la técnica más adelante.
Se fecundan el material genético, este procedimiento puede tardar unas cuantas horas. En tal caso que el medico lo determine, se inyectan los espermatozoides directamente en los óvulos (ocurre cuando los espermatozoides carecen de movilidad).[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
Cultivo embrionario
Esta fase dura aproximadamente 5 días, ocurre cuando el óvulo luego de ser fecundado comienza a dividirse. Si la pareja presenta con anterioridad un trastorno genético, los embriones desarrollan un crecimiento de células y si el centro médico lo autoriza, pueden examinar las células con el fin de evitar que el pequeño desarrolle la misma patología.
Inseminación del embrión
Luego de los 5 días hábiles, se procede a implantar con un catéter, los embriones en el útero de la mujer. Este proceso dura unos pocos minutos y no necesita llevarse a quirófano.
Prueba de embarazo
Pasados los primeros 14 días luego de la implantación, se toma una muestra de sangre para determinar el embarazo. En la mayoría de los casos, las tasas de éxitos están en un 65%.[/vc_column_text][vc_single_image image=”2635″ img_size=”full” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
Estas fases pueden tener algún percance en el desarrollo correcto de la FIV. Es importante estar al tanto de los porcentajes de éxito de la agencia escogida. Y establecer con el médico todos los parámetros que deben llevarse a cabo. Cada pareja que se somete a esta práctica tienen alteraciones diferentes, y es importante entender que no todos serán atendidos con la misma serie de pasos anteriores.
Las razones por las cuales las parejas se someten a esta técnica, son diversos, entre los que encontramos:[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
- Obstrucción de las trompas de Falopio.
- Alteración en el correcto desarrollo de los gametos.
- Baja concentración seminal, o con poca calidad.
- Alteraciones en la ovulación.
- Poca o cero movilidad de los espermatozoides.
- Problemas en el transporte espermático.
- Alguna imposibilidad para la implantación del embrión.
[/vc_column_text][vc_single_image image=”2690″ img_size=”full” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Es importante que la pareja tenga citas al médico, para determinar su salud interna y conocer a profundidad el cuerpo.
Poseer un trastorno que impida procrear sin ayuda externa puede afectar los sentimientos de la pareja, pero no es signo de disminución social o imposibilidad de lograr una gestación con material genético propio.
Es la oportunidad de abrir más investigaciones para conocer el cuerpo humano y ayudar a miles de parejas en todo el mundo.[/vc_column_text][vc_single_image image=”2685″ img_size=”full” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][rcblock id=”741″][/vc_column][/vc_row]