El papel de la madre sustituta
La función básica de una sustituta es llevar a cabo un embarazo en nombre de una persona o pareja, incapaz de hacerlo. Ella puede ser inseminada artificialmente, ya sea con el esperma del padre previsto o semen de donante (subrogación tradicional), o puede tener un embrión implantado en ella (la subrogación gestacional).
En una subrogación tradicional, la sustituta será madre genética del niño. Con una subrogación gestacional, ella no tiene ninguna relación genética con el niño que lleva.
Ella puede ser una amiga o conocida de la persona o pareja que pretende formar una familia, o puede ser encontrada a través de un sitio web o similar que se creó específicamente para emparejar a los futuros padres con sustitutas. Hay argumentos de ambas partes en cuanto a qué situación es mejor.
Requisitos para ser madre sustituta
Entre las motivaciones que llevan a las mujeres a convertirse en madres sustitutas está la altruista y la meramente económica. Se dan casos de mujeres que, teniendo o no una relación parental con las personas que quieren ser padres, deciden ayudarles a cumplir su deseo sin esperar nada a cambio.
Pero, en general, en la gestación subrogada, la mujer que presta su vientre tiene un objetivo económico, aunque también desea ayudar a los demás.
Cuando comienza el proceso de la subrogación, a través de las agencias encargadas de organizar y supervisar cada paso, se da la oportunidad a los futuros padres de elegir la candidata que consideran más adecuada.
En general, estas candidatas a madres sustitutas deben cumplir algunos requisitos básicos, aunque estos pueden variar dependiendo el centro médico de reproducción asistida que se escoja:
-Tener entre 25 y 35 años, que es la edad ideal para un embarazo.
-Contar con buen estado de salud, lo que se podrá comprobar a través de diferentes exámenes físicos.
-Pasar una evaluación psicológica para comprobar que la cesión se hace bajo un adecuado estado psíquico.
-No tomar drogas ni medicamentos que pueda afectar al feto.
-No tener ninguna enfermedad de transmisión sexual.
-Haber tenido al menos un embarazo previo sin complicaciones. –Tener un familiar o pareja que apoye su decisión de ser madre sustituta.
Para iniciar una gestación subrogada, las mujeres deben demostrar que están aptas mental y físicamente, y, en algunos casos, pasar por el polígrafo cuando las parejas lo exigen. Luego se inicia el tratamiento. Ya en esta parte del proceso se tienen unos óvulos y unos espermatozoides que la pareja aporta, posterior se fertilizan y se logra un embrión, que se pone en el útero prestado
Luego se firma un contrato. Que puede incluir un seguro de vida, ropa, alimentación y una mensualidad.
Convertirme en madre sustituta
La labor de una madre sustituta o gestante sustituta, sin duda es uno de los actos voluntarios que exige más compromiso y corazón por parte de la mujer solicitante.
Debe comprenderse la razón fundamental por la cual su participación está impactando a la población infértil. Luego debe pasar por distintas pruebas y tener un rango de edad promedio entre los 22-38 años, una edad que puede variar por país.
También, debe demostrar una estabilidad emocional y física que le permita dedicarse al embarazo y no ingerir alimentos perjudiciales para el menor.
Todavía existe cierta controversia sobre el uso de madres sustitutas para lograr la paternidad. Sin embargo, ya sea por problemas de fertilidad u otros motivos, la gestación subrogada en Colombia es una opción válida para lograr la paternidad. En Celagem tienen amplia experiencia en ayudar a encontrar a la madre sustituta que logrará cumplir el sueño de muchas personas y parejas.
Para obtener más información sobre la gestación subrogada, visita Grandes Corazones, y para conocer más sobre la donación de óvulos, visita Make a New Family.
En Celagem, ofrecemos diversos programas de subrogación para iniciar el proceso en países con alta demanda anual, como Colombia. Accede a nuestro blog para conocer más sobre los temas de subrogación y maternidad asistida.